Edificio de La Bilbaína, un icónico histórico

Fachada del edificio de la Sociedad Bilbaína
Este enorme edificio, que data de 1913, se encuentra en un punto neurálgico de Abando y es la sede del club social más importante de Bilbao

Uno de los clubes sociales con más historia y prestigio de Bilbao es la Sociedad Bilbaína, no solo por las personas afiliadas a ella, sino por su impresionante edificio y, por supuesto, su historia. El actual edificio de la Sociedad Bilbaína fue inaugurado el 25 de enero de 1913, fue obra del arquitecto Emiliano Amann Amann y se trató de la segunda sede de la Sociedad.

Puedes encontrar este impresionante edificio en las inmediaciones del Teatro Arriaga y de la Plaza Circular. Si lo visitas debes tener en cuenta que en el año 1988 fue declarado Bien de Interés Cultural y en el año 2000 como Bien Cultural con categoría de Monumento por el Gobierno vasco, así que no solo estarías visitando parte de la historia de Bilbao, sino una obra arquitectónica galardonada.

El edificio cuenta con salones privados con diferentes capacidades. Algunos soportan 500 personas sentadas y 1.200 de pie y ofrece a sus visitantes increíbles estilos decorativos y un buen servicio de cocina y comedor. En este club es posible organizar banquetes, reuniones, congresos, juntas o comidas de trabajo, y posee relaciones de intercambio con otros clubes de renombre mundial.

Historia del La Bilbaína

La historia de la Sociedad la Bilbaína se remonta a la Primera Guerra Carlista, que tuvo lugar entre 1833 y 1839. Cuando el conflicto se encontraba en sus últimos momentos, 133 bilbaínos ilustres decidieron fundar un club social parecido a los que se desarrollaban en otros países del continente europeo.

Fue así como en mayo de 1839 los fundadores de la Sociedad Bilbaína se reunieron y nombraron a su primera Comisión Directiva. Ésta tenía como primera obligación seleccionar un local para el club y redactar el reglamento que controlaría la entidad.

Con el paso de los meses la comisión celebró varias reuniones. Sin embargo, no levantaron actas, por lo que se desconoce el motivo de las mismas.

Llegado el mes de julio de ese mismo año, la sociedad convocó a una junta general con el objetivo de conocer los avances realizados en los diferentes proyectos y presentar la propuesta de reglamento redactada por la Comisión Directiva. Pocos días después de esta reunión, específicamente el 31 de agosto, se daba fin a la Primera Guerra Carlista.

No fue hasta el 15 de octubre de 1839 que la Junta General de la Sociedad Bilbaína se reunió de nuevo. Esta vez aprobaron el reglamento, confirmaron los nombramientos de la Comisión directiva y aprobaron la elección de su local, el cual sería su sede principal durante 75 años y se ubicaría en el primer piso de la casa n.º 5 de la Plaza Nueva. También designaron a la persona responsable del local. Esta vez sí se levantó un acta, la primera de la Sociedad Bilbaína.

Este club privado de estilo inglés se mantuvo intacto hasta que en el año 1908 decidieron estudiar un posible traslado a los terrenos ‘de la Concordia’, ubicados en la otra orilla de la Ría. Con este objetivo se convocó a un concurso entre los miembros de la Asociación de Arquitectos de Vizcaya. Este concurso dejó 13 propuestas para diseño del edificio, se seleccionaron tres y, finalmente, se eligió construir la presentada por el arquitecto Emiliano Amann.

La construcción del edificio tardó dos años y medio y finalizó en 1913 para ser inaugurado el 25 de enero de ese mismo año.

En plenos años 50, Bilbao disfrutó de un gran resurgimiento económico y la Bilbaína se concentró en el desarrollo de la vida cultural y social. Su biblioteca alcanzaba ya la impresionante cantidad de 40.000 ejemplares y empezó a ser reconocida como una de las más importantes del Estado. Entre las joyas de este local podemos mencionar 100 impresos del siglo XVI y seis incunables.

Lamentablemente, las inundaciones del año 1983 provocaron terribles daños en el sótano del edificio, la planta baja, el bar inglés y la recepción.

El edificio de la Sociedad Bilbaína cuenta con un gran portal de acceso, que daba paso a vehículos tirados por caballos, y varias plantas. Fue construido siguiendo el estilo ecléctico monumental.

El interior del edificio sigue el estilo de la arquitectura inglesa siguiendo las líneas típicas de los clubs privados británicos.

Su impresionante escalera central es la arteria que conecta todo el edificio y se encuentra rematada con un lucernario con una vidriera elaborada por una firma local. Este lucernario aporta luz cenital y se encuentra soportado por ocho columnas de mármol rosáceo de cuatro metros de alto. A esto hay que sumar su hall principal de doble altura, sus impresionantes salas que conservan su decoración y mobiliario original, etc.

Hoy en día, Emiliano de Amann y Garamendi, nieto del arquitecto, se encarga del mantenimiento del edificio.

 

Características del edificio de La Bilbaína

El edificio de la Sociedad Bilbaína consta de una planta baja, tres plantas altas y una planta bajocubierta con una impresionante cúpula circular que remata la rotonda que ocupa el chaflán formado entre la calle Bailén y la calle Navarra.

Las líneas del edificio son de estilo ecléctico monumental. Su fachada principal da a la calle Navarra y destaca por su tendencia a la horizontalidad con un eje central que da simetría a la construcción. En este eje central se encuentra un acceso que se abre a un zaguán que dirige el camino hacia los diferentes espacios interiores.

El acceso es de diseño monumental, está compuesto por un vano de medio punto con vanos acristalados y un entablamento apoyado en dos columnas monolíticas elaboradas en mármol de Ereño. Justo sobre el vano de acceso, en la segunda planta, se encuentra un balcón con balaustrada de piedra que une tres vanos, siendo el central mayor.

En el tercer piso se encuentra un vano adintelado enmarcado por dos columnas jónicas que rematan en un perfil troncopiramidal.

El piso principal destaca por su balaustrada continua que recorre todo el perímetro del edificio y sus vanos adintelados. Desde la base del piso inician pilastras de fuste liso que se elevan hasta rematar la fachada, donde el fuste es decorado con guirnaldas.

En el interior del edificio destaca la arquitectura inglesa típica de los clubes con una gran escalera de honor en espiral finalizada por una claraboya superior apoyada en columnas.

La planta baja del edificio da cabida a su amplia entrada, el inicio de la escalera y el bar inglés. El resto del espacio se dedica a locales comerciales que pueden ser visitados desde la calle.

En la primera planta es posible encontrar las oficinas del club y los archivos de la biblioteca. En la planta superior encontramos los salones de estar, los salones de juegos con las mesas de billar originales y la biblioteca a doble altura con un corredor superior y salas de lecturas anexas.

La tercera planta da espacio a los comedores y salones distribuidos alrededor del corredor sobre el agujero de doble altura del hall central. Éste organiza el edificio y permite una comunicación visual entre las dos plantas principales. En la tercera planta también se encuentran las oficinas de la sociedad, las cuales disfrutan de la decoración y el mobiliario original del club.

En la cuarta planta se encuentra el gimnasio, las cocinas, almacenes, vestuarios y otros elementos de servicio del club, mientras que en el ático se encuentran los trasteros y la lavandería.

Es importante recalcar que todas las salas de la Sociedad la Bilbaína conservan su decoración y diseño original tanto en el suelo como en el techo. A esto debemos sumar la impresionante colección de libros de la biblioteca y las obras artísticas que decoran todos sus espacios desde sus inicios.

Cómo ser socio de La Bilbaína

Para pertenecer a este club social hay que solicitarlo y contar con el aval de al menos tres miembros de la Sociedad. Además, hay que pagar una cuota por ingreso y una cuota anual.