Inaugurada la nueva zona de juegos de Juan Guisasola, en Bolueta

Queda inaugurado el nuevo parque de juegos de Juan Guisasola, en Bolueta.
Queda inaugurado el nuevo parque de juegos de Juan Guisasola, en Bolueta.

El renovado espacio, al que se ha dotado de un marcado carácter urbano, recuerda el pasado industrial del entorno y tiene presente la arquitectura de sus edificios de referencia.

Inaugurada la nueva zona de juegos de Juan Guisasola, en Bolueta

El Ayuntamiento de Bilbao ha culminado recientemente la ejecución de una nueva plaza en la que ha abordado la instalación de una zona de juegos infantiles en la calle Juan Guisasola, en el barrio de Bolueta.

Unos trabajos que se han llevado a cabo en los últimos cuatro meses y con los que el Consistorio ha querido poner en valor un espacio en desuso. En concreto, se ha propiciado el aprovechamiento de un solar de 800 metros cuadrados, de los que 295 metros cuadrados surgen del derribo de un edificio de viviendas en Juan de Guisasola, 9.

Para ver el resultado de las obras, hasta ese entorno se ha acercado esta mañana el Alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, acompañado por el concejal de Servicios y Calidad de Vida, Kepa Odriozola, y otras y otros miembros de la corporación municipal.

El nuevo espacio de cuenta con cinco conjuntos de juegos, con una distancia de aproximación de 1,5 metros entre ellos, lo que favorece la accesibilidad de la zona. Se han instalado trampolines, lianas, columpios, toboganes, etc. y se han aprovechado los desniveles del propio terreno, que se ha acondicionado y pavimentado y dotándolo, además, de mobiliario urbano y arbolado.

El área incluye un total de 7 bancos -4 en la zona de juegos y 3 en la estancial- y un aparcabicis con un diseño específico para este ámbito en concreto.

Además, en el muro de fachada de cierre se ha pintado un mural de arte urbano, en el que se han reflejado motivos de Bilbao y del barrio de Bolueta, donde están representados todos los elementos que han formado y forman la historia del barrio, unidos por una cinta amarilla que simboliza la corriente de la evolución de un barrio que transita hacia un futuro más sostenible sin olvidar la huella de sus orígenes. Este muro se ha levantado del suelo hasta una cota de 2,5 metros

Este proyecto ha contado con una inversión de 484.233,45 euros.