Finaliza la instalación de las insfraestructuras de recarga entre Metro y Bilbobus

Las infraestructuras de recarga ya están instaladas
Las infraestructuras de recarga ya están instaladas
La instalación de las nuevas terminales de recarga son parte del proyecto 'Medusa', que arrancará próximamente y que permitirá la transferencia de energía del Metro a los autobuses de Bilbobus
Finaliza la instalación de las insfraestructuras de recarga entre Metro y Bilbobus

Con motivo de la celebración de la Semana Europea de la Movilidad 2023, el Área de Movilidad y Sostenibilidad quiere poner en valor el proyecto MEDUSA, que transformará a Bilbao en la ciudad pionera en la aplicación de una solución de transferencia de energía del Metro a los autobuses de Bilbobus.

El proyecto ya ha culminado los trabajos de instalación de las 8 terminales en las cocheras de Elorrieta que entrarán en funcionamiento próximamente, y que permitirán que otras tantas unidades eléctricas de autobús sean recargadas cada noche.

La iniciativa es el primer proyecto desarrollado la empresa Medusa -integrada por el Ente Vasco de la Energía, Repsol y Grupo ASE-, dedicada al desarrollo de alternativas de suministro eléctrico para optimizar la potencia contratada de infraestructuras eléctricas ya existentes. Y esta es la clave para convertirse en uno de los protagonistas de la Semana Europea de la Movilidad 2023.

Nora Abete, Teniente de Alcalde y Concejala del Área de Movilidad y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Bilbao, ha querido aprovechar la celebración de la SEM, cuyo lema es precisamente “Eficiencia energética”, para recordar que el proyecto Medusa pone el énfasis en la eficiencia energética que supone el aprovechamiento de la red eléctrica de Metro Bilbao para dar un servicio complementario a otro transporte público, en este caso Bilbobus, durante las 24 horas del día en función de la disponibilidad de potencia de Metro Bilbao. “En el marco de la SEM queremos recordar que el transporte público tiene un potencial enorme para ayudar a reducir el consumo de energía”, ha dicho.

Esta solución minimiza inversiones en nuevas conexiones eléctricas y optimiza el uso de la potencia contratada sin afectar al servicio ferroviario.

Abete ha señalado que “Bilbao apuesta por esta alternativa pionera de recarga de vehículos, que tiene en cuenta el planteamiento de la Comisión Europea de utilizar las infraestructuras ya existentes para la electrificación de otros medios de transporte, con preferencia sobre la realización de nuevas y caras inversiones específicas. Se consigue así mejorar el rendimiento de las infraestructuras ferroviarias para proporcionar recarga a otros vehículos de uso público”. Asimismo felicita el proyecto por lo que supone de “ventana de oportunidad para que las empresas puedan desarrollar nuevas tecnologías innovadoras para llevar al mercado”.

INTEGRACIÓN DE RECARGA INTELIGENTE

El pilar fundamental del proyecto es el sistema de recarga inteligente que posibilitará la gestión de la recarga en función de la disponibilidad de potencia de Metro Bilbao, especialmente en horas nocturnas, cuando ambos servicios reducen su actividad, al tiempo que monitoriza, analiza y adecua la carga de cada terminal. El sistema permitirá durante el día primar la alimentación eléctrica a los trenes sobre la recarga de autobuses, en el caso de que haya servicio de metro en ese momento, reduciendo la recarga a autobuses en el momento de paso de trenes. En horario nocturno, en el que no hay servicio de metro, será cuando la recarga de los autobuses sea más intensa. De esta forma se optimiza todo el sistema.

Con el apoyo del proyecto MEDUSA, la flota de autobuses de Bilbobus podrá continuar así su progresiva descarbonización en el 35 aniversario de su creación. El servicio de autobuses de transporte público urbano finalizará este año con un total de 21 vehículos eléctricos, contabilizando los cinco incorporados a lo largo de los últimos meses, y los tres restantes, que lo harán antes de finales de 2023.

El proyecto cuenta con el apoyo de los fondos Next Generation y ha sido posible gracias a Medusa, empresa fruto de la colaboración pública privada de EVE, Repsol y el Grupo Ase, y a la implicación del Ayuntamiento de Bilbao, Metro Bilbao, y ALSA.