El Cementerio de Begoña se convertirá en un parque con memoria

Imagen del cementerio de Begoña
Imagen del cementerio de Begoña
Las últimas exhumaciones han dado lugar al descubrimiento de la mayor fosa común de la Guerra Civil desenterrada en Euskadi hasta la fecha y de una fosa común de época carlista
El Cementerio de Begoña se convertirá en un parque con memoria

El Ayuntamiento de Bilbao convoca el concurso de proyectos para convertir el Cementerio de Begoña en un nuevo espacio verde, de estancia y paseo, y coherente con la memoria de su pasado.

Una convocatoria que aspira a encontrar la propuesta más idónea para abordar la intervención integral, arquitectónica e histórica, en una parcela de unos 6.150 metros cuadrados –bordeada por diferente tipología de muros y cierres en todos sus laterales–.

Esta convocatoria llega tras la culminación del proyecto ‘Begoñako Argia’ llevado a cabo por la Sociedad de Ciencias Aranzadi, fruto del cual se han realizado aproximadamente 4.700 exhumaciones –casi cinco veces más de lo previsto inicialmente–, y que ha dado lugar, entre otros hallazgos, al descubrimiento de la mayor fosa común de la Guerra Civil desenterrada en Euskadi hasta la fecha y de una fosa común de época carlista.

Es por ello que memoria e historia han de ser dos cuestiones fundamentales a tener en cuenta en el diseño del futuro parque que se proyecta sobre el antiguo cementerio. Tal es así, que Asier Abaunza, concejal de Obras, Planificación Urbana y Proyectos Estratégicos, ha señalado que “estamos ante un gran reto: el del desarrollo de un proyecto de ciudad, singular y de alta sensibilidad social”.

“Hablamos –ha explicado– de transformar el antiguo camposanto en un espacio verde de uso libre que sea capaz de aunar la memoria histórica, patrimonial, cultural y paisajística de la ciudad, y convertirse en un lugar atractivo donde entender la Villa”.

Por todo ello, el Ayuntamiento ha recurrido a la fórmula del Concurso de Proyectos con Intervención de Jurado para empezar a trabajar sobre esta cuestión.

Los equipos que concurran deberán garantizar en sus proyectos el cumplimiento de los objetivos marcados, que serán los aspectos que tendrá en cuenta el jurado en la valoración de las propuestas. Tales objetivos son la solución arquitectónica e integración urbana en el entorno, así como la atención a los valores naturales, culturales e históricos del lugar, así como a los criterios de sostenibilidad y eficiencia energética. También se tendrá en cuenta la adecuación e integración de usos y actividades y otras cuestiones generales, como la gestión inteligente del espacio, así como la viabilidad y sostenibilidad económicas.

INTEGRACIÓN URBANA

Uno de los objetivos fundamentales del concurso es la conversión del emplazamiento en un espacio verde de estancia y paseo, abierto al público en horario diurno y pudiéndose cerrar en horario nocturno. Esta actuación deberá basarse en la generación de un espacio confortable, con una propuesta general de paisaje coherente donde la infraestructura verde adquiera un papel protagonista. Se deberá plantear una propuesta clara de ordenación de los ámbitos, en la que se compatibilice la distinción entre espacios estanciales, de encuentro, o de tránsito, con la continuidad y homogeneidad de todo el conjunto.

Se tendrá en cuenta también la estrategia de conexión y continuidad del parque con el entorno, especialmente con los accesos desde las calles circundantes: Elizalde, Bilintx y Virgen de Begoña

Así como la recuperación e incremento del arbolado existente (sustituyendo solo aquellos ejemplares con problemas fitosanitarios o que puedan suponer riesgos para la seguridad) y su posible continuidad con los parques y jardines próximos.

Se valorarán positivamente aquellas propuestas que introduzcan beneficios ambientales, que favorezcan la biodiversidad, la resiliencia y sus consecuencias favorables para el paisaje, la calidad del aire y la salud de las personas. E igualmente se tendrán en cuenta aquellas que aporten soluciones para la mejora del confort acústico y térmico reduciendo el efecto de isla de calor

Deberá contemplarse también la gestión eficiente de los recursos y el consumo mínimo de energía. Así, se puntuará más aquellos proyectos que optimicen y minimicen el mantenimiento y conservación del espacio público; y lo conjuguen con la puesta en valor del patrimonio arquitectónico y cultural del espacio.

USOS Y ACTIVIDADES

Las propuestas deberán definir los destinos y usos generales de los diferentes ámbitos, dependiendo de las potenciales personas usuarias y la forma de relacionarse entre ellas y el entorno.

Así, tendrán que incluir un esquema de superficies y usos para explicar la funcionalidad de cada uno de los espacios, los recorridos entre ámbitos, y para el visionado del conjunto escultórico y el que albergará la edificación existente, por ejemplo, la antigua capilla que se pretende recuperar con la finalidad de albergar y difundir los contenidos históricos y culturales del emplazamiento.

Se valorará, además, que los usos propuestos tengan una función pedagógica para todos los públicos, con criterios de accesibilidad universal.

Los proyectos deberán definir con claridad el concepto del parque y del paisaje urbano que se propone, así como la conexión y los diferentes accesos.

Se valorarán las aportaciones que contribuyan a una gestión más inteligente del espacio: tecnologías al servicios de la persona usuaria, sensores e instrumentos de control, tecnologías de comunicación...; y, además, la optimización económica de la propuesta y la minimización de costes, tanto del proyecto inicial, como del mantenimiento posterior, en un marco general de sostenibilidad económica.

REQUISITOS, JURADO Y PREMIOS

Dada la complejidad y la naturaleza multidisciplinar del proyecto, los equipos participantes deberán estar compuestos, como mínimo, por un/a arquitecto/a, un/a historiador/a y un/a paisajista. Si bien, una misma persona podrá reunir dos o más perfiles profesionales siempre que acredite la titulación y experiencia requerida para cada uno.

El concurso se publicará en los próximos días en el Perfil del Contratante del Ayuntamiento de Bilbao, junto a toda la documentación necesaria para la presentación de las ofertas.

El plazo para presentar proposiciones arrancará con la aprobación del expediente en Junta de Gobierno –previsiblemente la semana que viene–, y se prolongará durante dos meses.

Dichas propuestas habrá que hacerlas llegar a la Dirección de Contratación (Plaza Venezuela 2, 5º), ya sea presencialmente o por correo postal, así como de cualquiera de las fórmulas establecidas en la Ley del Procedimiento Administrativo Común (artículo 16.4).

El jurado estará compuesto por cinco personas con derecho a voto, que serán: Asier Abaunza, concejal delegado del Área de Obras, Planificación Urbana y Proyectos Estratégicos; Javier Martínez Callejo, arquitecto y director de Planificación Urbana; su antecesor en el cargo, el arquitecto urbanista Mikel Ocio; Anartz Ormaza, arquitecto de la Sociedad de Ciencias Aranzadi y la persona que ha dirigido el trabajo de campo en el proyecto Begoñako Argia; y un/a representante del Colegio Oficial de Arquitectos Vasco-Navarro.

El análisis de las propuestas se llevará a cabo de forma conjunta que expondrá, colegiadamente y así quedará recogido en acta, los motivos por los cuales se considera que las propuestas premiadas son merecedoras de ello.

En un plazo máximo de seis meses desde la finalización del periodo hábil para la presentación de propuestas, se emitirá el fallo del jurado.

El equipo que resulte ganador obtendrá 20.000 euros (IVA excluido), mientras que a los dos siguientes clasificados, por orden de puntuación, se les darán 6.000 euros (IVA excluido), respectivamente.

Además, el Ayuntamiento podrá adjudicar la redacción del proyecto de ejecución y dirección de las obras al equipo ganador del concurso, aunque se reserva asimismo el derecho de no iniciar la tramitación del citado procedimiento.

ANTECEDENTES

En el año 1814 el cementerio de Begoña ya estaba en funcionamiento, como queda acreditado en el acuerdo que adopta el Ayuntamiento de Bilbao para trasladar cadáveres desde el cementerio de San Francisco a dicha ubicación.

Fue construido siguiendo los modelos arquitectónicos del siglo XIX: planta rectangular claustral, cerramiento de su perímetro en piedra para evitar profanaciones, entrada monumental, capilla y otras dependencias auxiliares como depósito de cadáveres, sala de autopsias o vivienda del capellán.

La ampliación del camposanto en varias ocasiones modificó su original planta rectangular, añadiendo los terrenos cercanos a la actual calle Bilintx, en donde se construyó una nueva capilla de mayores dimensiones, más acorde con las características y el volumen de enterramientos que necesitaba acoger el cementerio. En la actualidad, únicamente se conservan restos de la capilla (que se destruyó en un incendio) así como del depósito de cadáveres, la sala de autopsias y el despacho del capellán.

El cementerio alberga panteones diseñados por importantes arquitectos y artistas especializados en arte funerario durante las primeras décadas del siglo XX lo que nos lleva a entender que existen un número importante de elementos susceptibles de conservación, y que el devenir histórico y político de la Villa ha estado muy presente en la configuración del camposanto.

El desarrollo urbanístico de la Villa en los años 60 propició la construcción de numerosos equipamientos y edificios residenciales en las inmediaciones del cementerio. A escasos metros del camposanto se encuentran localizados diversos bloques de viviendas, una residencia de ancianos y varios centros de salud. En el año 2016, el Ayuntamiento optó por su clausura, una vez transcurridos diez años desde la última inhumación.

Más recientemente, desde octubre de 2021 hasta agosto de 2022, la Sociedad de Ciencias Aranzadi ha desarrollado en este espacio el trabajo de campo del mencionado proyecto Begoñako Argia, que ha sido subvencionado por el Ayuntamiento de Bilbao.